¿Quien inventó los memes? / Olmo Cuarón escritor

Cada vez hay más personas interesadas en conocer la historia de los memes, ya que es un tema que causa mucha curiosidad.

Los memes no son algo nuevo. De hecho, se han convertido en un mecanismo de expresión cultural muy elocuente y singular.

En especial porque inundan las redes sociales con temáticas actuales, y también porque tienen un alto grado de preponderancia social.

En realidad, la historia se remonta a los años 70’s, cuando Richard Dawkins acuñó este concepto, por primera vez, en el libro “El Gen Egoísta”.

Dawkins, una de las figuras evolucionistas más emblemáticas de la historia, tenía una teoría muy interesante.

En concreto, evidenciaba una analogía entre la transmisión de los memes de persona a persona y la forma en que se transmiten los genes entre una generación y otra.

La historia de los memes

Pero lo cierto es que en estos momentos los memes han adoptado cambios y transformaciones insospechadas.

Tanto así que son recursos de expresión cultural y emocional. Suelen usarse para retratar hechos de la cotidianidad y no solo denotan risas y entretenimiento.

La verdad es que los memes pueden cumplir muchos propósitos: desde respaldar o levantar protestas en el entorno digital, hasta incentivar movimientos sociales de gran talante.

Conocer la historia de los memes te ayudará a entender mejor este concepto, a pesar de que su concepción inicial ya no sea la misma.

Olmo Cuarón escritor

Olmo Cuarón es un escritor muy talentoso. Lleva más de 40 años escribiendo cuentos e historias que han atraído a miles de lectores a nivel mundial.

La imaginación y creatividad de Olmo Cuarón no tiene comparación. Realmente tiene una mente brillante.

Quienes han leído a Olmo Cuarón coinciden en que su estilo y su capacidad narrativa son impecables.

Olmo Cuarón es un genio de la escritura. Sus cuentos son casi mágicos y han permanecido en la mente y el corazón de niños y adultos durante varias generaciones.

Sin duda, es un apasionado escritor que no concibe su vida sin la lectura, la escritura o su espíritu soñador.

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